En la última entrada sobre las Jaras, allá por el mes de junio veíamos la Jara pringosa (Cistus ladanifer). También podemos encontrarnos en Los Alcornocales, con flores blancas la denominada Jara negra (Cistus monspeliensis L.) perteneciente también al género Cistus, familia de las Cistáceas.
Esta jara, a diferencia de la Jara pringosa presenta flores más pequeñas, aunque también tienen los pétalos blancos.
Se puede encontrar también en prácticamente todas las fincas de la sierra, mezclándose con la Jara morisca (Cistus salvifolius L.), Jara pringosa (Cistus ladanifer L.) y en menor medida con la Jara prieta (Cistus crispus L.).
Al igual que los otras especies de jara su propagación se ve favorecida por los incendios, de forma que es más abundante en zonas degradadas de solana y donde hayan acontecido incendios forestales en las últimas décadas. Se trata de una etapa de degradación del alcornocal.
Presenta hojas lineares o linear-lanceoladas, sentadas (sin peciolo). Las hojas se distinguen claramente de las de la Jara pringosa por ser verdes por el haz y el envés, mientras que en la Jara pringosa eran plateadas o blanquecinas por el envés. Además otra característica de las Cistáceas que se puede apreciar muy bien en la Jara negra es la presencia en las hojas de dos nervios más o menos paralelos al nervio central que se hacen muy patentes en el envés de la hoja y en este caso también visibles en el haz.
Las flores son hermafroditas, pediceladas, presentando 5 sépalos verdes y 5 pétalos blancos. Estas flores son bastante más pequeñas que las de la Jara pringosa, siendo la floración en la primavera temprana, antes que la de la Jara pringosa. Se puede observar en flor desde primeros o mediados de Marzo hasta entrado el mes de Mayo. También se pueden encontrar diferencias en las flores, teniendo las de la Jara pringosa 3 sépalos y la Jara negra 5 sépalos.
Detalle de la flor y hojas de la Jara negra. Mediados de Marzo.
La flores van cuajando a lo largo de la primavera dando lugar a los frutos que son de tipo cápsula, aunque estos frutos permanecen cerrados en la planta hasta finales del verano o principios del otoño en que abren y dispersan las semillas para aprovechar las lluvias otoñales.
Jara negra con frutos formados y abriéndose a mediados de septiembre.
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