Se trata de una especie de la familia de las Ericáceas, género Brecina, que crece fundamentalmente en suelos pobres y ácidos de areniscas (herrizas).
Se puede encontrar de forma abundante en toda la sierra, abundando en zonas de suelos más pobres, junto a jaras (Cistus sp.). Es abundante en la finca el Cinchao, en la zona que pega a la finca El Cuervo y en la finca El Cuervo, entre otros lugares.
Es fácilmente indentificable, aunque no esté en flor, por la disposición de las hojas de forma imbricada; siendo en los brezos (Erica sp.), especies más afines con las que se pudiera confundir, la disposición de las hojas de forma verticilada (en número de 3 ó 4 por vértice, según la especie).
No suele alcanzar portes muy elevados, en torno a 1 metro de altura, aunque en ocasiones puede alcanzar hasta 1,5 metros. Las hojas son pequeñas, escamosas, opuestas y sin peciolo; se disponen en las ramas estériles de forma imbricada (es decir que una hoja cubre parte de la hoja siguiente, como si fueran las tejas de un tejado).
Las flores se disponen en racimos terminales, con pedicelos cortos y numerosas bracterolas, presentando sépalos y pétalos del mismo color (blanco-rosáceos). El cáliz está formado por 4 sépalos más largos que los pétalos, estos también en número de 4. En el interior aparecen 8 estambres y el pistilo.
La floración y fructificación se da durante los meses de Septiembre a Diciembre.
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